La dirección de la RTVA mostró ayer su cara más inhumana en la reunión de COMVI, justificando las presiones a las trabajadoras y trabajadores de los grupos de riesgo para incorporarse al trabajo presencial antes de que finalice el estado de alarma. Lo mismo que les “invitó” a pedir la baja por enfermedad en vez de poner en marcha el trabajo en casa.
Casi 3 meses después de la declaración del estado de alarma la dirección no tiene un diagnóstico de la situación de la empresa para para poner en marcha el trabajo no presencial (medios técnicos, catálogo de puestos de trabajo adaptables, flujo de trabajo, interacciones con el trabajo presencial, etc.). Lo hemos exigido y han dicho que lo van a hacer y a entregar a la Representación Legal de las/os Trabajadoras/es. También hemos exigido que se cumpla el Convenio Colectivo en cuanto a derechos, jornada laboral, registro de horas extras, etc. para las compañeras y compañeros que están trabajando a distancia (por fuerza mayor).
Hasta ahora, todo lo que se ha hecho en ese sentido ha sido gracias al esfuerzo de las trabajadoras y los trabajadores, que en la inmensa mayoría de los casos han tenido que poner sus medios técnicos (ordenador, móvil, línea de teléfono, ADSL...) y su inventiva para suplir la falta de organización de la dirección. Esta situación ha generado mucho estrés añadido a la ya difícil tarea de trabajar en medio de esta crisis. Toda la plantilla ha realizado un esfuerzo inmenso y ha estado a la altura de las circunstancias. Haciendo lo que hay que hacer (velar por el Servicio Público, protegerse para proteger al resto, cuidar de mayores y menores, etc).
La dirección, sin embargo, no ha querido aprovechar la situación para ofrecer el Servicio Público que la ciudadanía esperaba y, a pesar de la disposición mostrada por la plantilla, han preferido hacer caja con las productoras de sus amigos o poner la radio y televisión pública al servicio de su partido (dando incluso cobertura a bulos y a la estrategia del odio de la extrema derecha).
La dirección de RR.HH. no ha querido compensar a la plantilla por el enorme esfuerzo con los días de vacaciones que nos arrebataron el año pasado. Así lo ha propuesto CC.OO. Sólo quieren dar 1 día y sólo a las personas que han estado de manera permanente de manera presencial, entre el 15 de marzo y el 15 de mayo. Discriminan así a quienes han estado intermitentemente o han trabajado desde casa más horas que un reloj, con sus medios y pagando de su bolsillo un montón de gastos.
Tampoco han querido atender las peticiones de medidas de conciliación que CC.OO. ha planteado, para cuando quede sin efecto el acuerdo por el estado de alarma, pero persista el cierre de guarderías, colegios, centros de día para mayores, campamentos de verano, etc. Se niegan a extender el permiso retribuido por cuidados y a permitir la acumulación de las reducciones de jornada y salario. Han puesto mala cara cuando hemos pedido que no se pongan impedimentos a las excedencias y PNR. Es indignante que la dirección mejor pagada del todo el sector público andaluz, diga a las trabajadoras y trabajadores que se busquen la vida, sin tener en cuenta ninguna de las particularidades planteadas desde CC.OO. (por ejemplo las familias monomarentales)
Todo esto en aras de una programación que aún desconocemos (tampoco hoy la han precisado, salvo que las desconexiones de TV volverán el 14 de septiembre) Esperamos que luego no sea para subcontratar, como ha pasado con las últimas retransmisiones, que se han externalizado a pesar de disponer la RTVA de las unidades móviles y de la plantilla necesaria.
Lo dirección, a exigencia de CC.OO. sí se ha comprometido a modificar la instrucción sobre vacaciones que la dirección de RRHH ha enviado a la plantilla, donde interpretaba de forma sesgada derechos como el periodo de disfrute, días sueltos, etc, para adecuarla a lo que dice realmente el Convenio Colectivo.
CC.OO. Anima a todas y todos a que denuncien y nos hagan saber las presiones que puedan sufrir en estos momentos. Es duro escuchar por parte de la dirección de RRHH, tal y como ayer pasó, que las trabajadoras y trabajadores hemos “salido corriendo” durante la crisis y comprobar que, entre risas y bromas, el representante de otro sindicato calificaba a quienes tienen determinadas circunstancias de “no querer trabajar” y pedir la incorporación inmediata de la población de riesgo. Por supuesto, ni una sola crítica a quienes no han querido (o no han sabido) implementar medidas de trabajo a distancia ante la demanda continua de la plantilla ¡Nuestro más rotundo rechazo!
Quienes hacen esta afirmación desde la seguridad sus casas o con una nómina de 6000 euros al mes, no han aprendido nada de la solidaridad y del deber de protección a los más vulnerables. Una vez más la plantilla va por delante de la dirección y de algunos de los que dicen representarles.