Damián García es delegado sindical y de Prevención de Riesgos Laborales de CCOO en la empresa UCS donde trabajaba como buzo hasta que fue despedido el pasado día 14 de octubre.
La siniestralidad de los buzos profesionales es altísima. En los dos últimos años se ha producido la muerte de varios de ellos y Damián ha sido despedido por exigir el cumplimiento de las normativas de seguridad en el desarrollo de la actividad de su empresa.
Como respuesta a este despido se ha generado una amplia campaña de solidaridad y apoyo a Damián García que denuncia que este despido “es un caso evidente de persecución sindical y de agresión directa contra los derechos más fundamentales de los trabajadores”.
Desde Comisiones Obreras de la RTVA, hoy hemos acudido a mostrarle nuestro apoyo y a exigir el fin de la persecución sindical.
Trabajadores de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA) se han concentrado esta tarde en el centro territorial de Canal Sur en Huelva para protestar por el despido de un operador de cámara de televisión. Ese compañero ha venido prestando sus servicios desde enero de 2004 en nuestra provincia con prórrogas sucesivas o concatenación de contratos temporales, no teniendo la consideración de trabajador indefinido, a pesar de que haberse superado el periodo establecido para adquirir dicha condición, según establece el Estatuto de los Trabajadores.
Durante los últimos cinco años, el compañero despedido ha trabajado hasta ahora con un contrato de relevo de otro trabajador que hoy se ha jubilado. Habitualmente, la RTVA ha mantenido en su puesto de trabajo a aquellos trabajadores que han disfrutado de contratos de relevo ocupando provisionalmente las plazas mientras éstas no han sido sacadas a oposición o concurso de méritos y adjudicadas. Esto ha sido así porque el volumen de trabajo y las necesidades del servicio hacían necesario el mantenimiento de esos puestos de trabajo. En esta ocasión la empresa ha optado por no mantener a este trabajador, sin embargo, ha contratado en otras provincias como operadores de cámara a otras personas que o bien no reúnen los requisitos necesarios para ocupar el puesto o no tienen ni los derechos adquiridos ni la puntuación en la bolsa de empleo para su categoría que tiene el compañero despedido en Huelva.
El despido del operador de cámara en Huelva es un paso más de la dirección de la RTVA en la precarización del servicio público esencial de radio y televisión en nuestra provincia, que no cuenta con la dotación de personal necesaria para mantener unos niveles de calidad adecuados, a pesar del gran esfuerzo que hacen cada día los profesionales de Canal Sur Televisión y Canal Sur Radio.
Este despido se suma al de otros 300 trabajadores de Canal Sur que en los últimos tres años han engrosado las listas del paro como consecuencia de los recortes y la mala gestión de la empresa. En contraste con esos despidos, los directivos de Canal Sur mantienen sueldos que en muchos casos superan a los de los consejeros y la presidenta de la Junta de Andalucía y se niegan a renunciar a los privilegios de los que gozan ellos y una minoría de empleados de su confianza.
Comisiones Obreras exige a la dirección de la RTVA la readmisión en su puesto de trabajo del trabajador despedido y una dotación de personal en el centro territorial de Huelva que permita garantizar el servicio público y la cobertura informativa de toda la provincia.
Por la tarde, varios delegados de personal del centro del Huelva entregaron al Vicepresidente de la Junta de Andalucía una carta que exponía la situación actual de la RTVA y en concreto del compañero Alejandro despedido tras varios años trabajando en Canal Sur.Pincha aquí para acceder a la misma.
Si quieres ver la noticia en distintos medios que se han hecho eco de la misma, pulsa en ellos:
Ale perderá su puesto de trabajo este 14 de febrero. En tanto, los 38 directivos, los 18 del Consejo de Administración, y las docenas/centenas de los Injustamente Pluseados podrán seguir llevándoselo calentito. Con dos cámaras menos, perderemos capacidad de producir y de atender con alguna calidad el Servicio Público que tenemos encomendado. Perderemos también calidad de vida al tener que hacer cada vez más, con cada vez menos. Perderemos un magnífico profesional de cuyo esfuerzo, talento y entrega se ha servido la empresa durante diez años, para ahora darle la patada en el culo. Pero ante todo perderemos a un gran compañero.
Y ¿por qué? Porque la incompetencia de esta dirección hunde Canal Sur. Pero su prepotencia rechaza cualquier plan de futuro, que justifique, potencie, garantice, la continuidad de esta empresa y de nosotros con ella. Porque les importa un bledo el empleo que destruyen, y han dejado claro que los compañeros despedidos no regresan. Porque ahorran costes echando a trabajadores, con objeto de cuadrar sus cuentas sin que les toquen, ni a ellos ni a su casta de amiguitos y amigotes, sus abultados e inmerecidos sobresueldos. Porque deben seguir lucrando a los dueños de productoras-colega, a quienes Canal Sur amamanta externalizando programas y servicios que debieran ser nuestros. Porque mienten una y otra vez en su prensa amiga diciendo que “no habrá despidos en Canal Sur” (Durán, Diario Sur 4/02/14), mientras compañeros y compañeras nuestras pierden su trabajo. 300 familias, para redondear, por el momento.
¿Qué podemos esperar de esta dirección? Nada bueno para nosotros. Caso del último despido: en los contratos relevo, al jubilarse un trabajador su relevista conservaba el puesto de trabajo en tanto éste no saliera a concurso público. En esas condiciones firmó Ale su contrato. Esto se lo cargó la reforma laboral del PP. Los partidos que sustentan el gobierno “de progreso” andaluz critican de boquita la reforma, pero la dirección de Canal Sur la aplica de modo inmisericorde. Así van a despedir a Ale. Pero es que hay alternativa. De hecho este despido es ilegal, ya que su relación laboral está en fraude de ley, y así se lo hemos hecho saber a la empresa. Y así lo hemos denunciado ante la administración de justicia. Si la dirección aceptara la legalidad laboral Ale seguiría trabajando, tal es el caso de tantos trabajadores de Canal sur en Huelva que fueron anteriormente reconocidos como “indefinidos” precisamente por hallarse en fraude de ley.
Pueden. Deben. Pero no quieren.
La dirección se niega a reconocer, también en esto, los derechos de los trabajadores. Y en el acto de conciliación del 5 de febrero se limitó a enviar una abogada para oponerse al acuerdo.
¿Qué podemos hacer nosotros? CCOO hemos volcado nuestro servicio jurídico sobre el asunto. La demanda está interpuesta y seguirá el proceso habitual en estos casos. Lo que nos presentan como inevitable, forma parte de la estrategia de “los amos” para el desmantelamiento de Canal Sur, vaciando de contenidos y trabajadores a esta empresa. La medicina reiteradamentre planteada por la dirección y aplaudida por los corrillos de “la casta” (Sinergia, movilidad funcional, multifuncionalidad, etc) ataca de modo particular a la estructura de las delegaciones territoriales, y busca la amortización de sus trabajadores y la precarización del trabajo que los mismos realizamos. En tanto que la dirección no tiene más ocupación que defender con uñas y dientes sus privilegios y los de su “casta”, CCOO es incansable planteando alternativas reales, inteligentes, viables, para el presente y el futuro de Canal Sur, como pusimos de manifiesto en la jornada “otra RTVA es posible” del 6 de febrero. Seguimos demandando la reducción de directivos hasta los 15, y que su remuneración se ajuste a ley. Que el Consejo de Administración se limite a tres consejeros con voto ponderado y sin sueldo. Que los sobre-pluses de “la casta”, que desangran nuestro presupuesto (el 50% de la masa salarial se destina a complementos) se conozcan, se revisen por una mesa en la que participemos los trabajadores, y dejen de ser abonados si no están justificados. Y que la clase política apueste decididamente por Canal Sur como servicio público básico, garantizando todos los recursos necesarios que aseguren a la ciudadanía andaluza información, formación y entretenimiento fiables, realmente democráticos, y de calidad: nuestro sentido y fin. La patronal privada de la comunicación, buitres carroñeros donde los haya, acoge con gozo día sí y día también el pregón de Durán: o precarización o paro. A nadie se nos oculta que buscan quedarse con el pastel y que han entrado en una connivencia sospechosa con esta dirección. Diles a todos ellos que no. Que otra radiotelevisión es posible. Que vamos a defender nuestros derechos como trabajadores, y los de la ciudadanía andaluza como objeto de nuestra misión. También por Ale. Y por Jesús Soto, Vicente, Lecu, Nieves, Elena, Juana,... Por la lista interminable de quienes les antecedieron, y de quienes puedan seguirles.
Ningún despido. Este viernes 14, nos concentraremos a las 14.30 en el patio del centro para trasladar nuestra protesta, y también nuestro ánimo y solidaridad a todos los compañeros y compañeras que han perdido su puesto de trabajo a resulta de la pésima gestión de la dirección y de quienes mueven sus hilos.
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