Ayer 28 de abril, las trabajadoras y trabajadores de la RTVA -una vez más- demostramos nuestro compromiso con el derecho a la información de la ciudadanía y el Servicio Público. Más aún en momentos complicados como los vividos debido al apagón de la red eléctrica en todo el Estado. La plantilla estuvo a la altura de las circunstancias aunque la dirección, con pocas luces y criterio, decidiera otro apagón informativo a las 22h, cuando la mitad de Andalucía aún estaba a oscuras.
Apagón informativo por no dar la comparecencia en directo del presidente del Gobierno, poco antes de las once de la noche, aunque se sabía de antemano que habría declaración institucional. Nada importó que se hubiera declarado la Emergencia Nacional en nuestra Comunidad, siendo el Gobierno Central la principal fuente oficial para dar información a partir de ese momento. La red de radiotelevisiones autonómicas FORTA había caído horas antes y la comparecencia llegó por la agencia EFE y por satélite. Las/os andaluces tuvieron que recurrir a RTVE para tener información de última hora: por ejemplo, si había jornada lectiva en la educación durante el día de hoy. Nuestra dirección pensó que era mejor seguir con el concurso de Sarriá. Y no pasa nada.
EL SELFIE EN EL ENTIERRO DEL PAPA
La dirección de los Servicios Informativos no está a la altura del Servicio Público ni de las trabajadoras y trabajadores de la RTVA. Canal Sur es la radio y televisión pública de Andalucía, un medio con más de tres décadas de existencia y con unos principios que estamos perdiendo debido a la nefasta gestión informativa que sufrimos desde hace años.
Viendo el Noticias 1 del pasado 23 de abril, cualquier persona podría pensar que estaba sintonizando una televisión local o que un vecino le estaba haciendo una videollamada desde la capilla ardiente del papa. Resulta sorprendente que una cara pública de la RTVA se cuele a hurtadillas en la Basílica de San Pedro y, móvil en mano, se dedique a transmitir saltándose todas las normas del protocolo institucional, del Libro de Estilo y del sentido común. Y de camino usurpe injustificadamente las funciones que debe hacer el operador de cámara. Un medio serio como la RTVA no puede permitirse perder credibilidad por ocurrencias o caprichos que nada tienen que ver con la información de calidad, objetiva y plural que deberíamos prestar.
Seguiremos informando